Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son los cinco municipios que componen este recorrido que está en varias wishlists de viajeros y viajeras. Rica playa, lindos paisajes, fiestas, relajo y harto romanticismo. En este artículo resumimos cómo es cada uno de estos pueblos y qué los convierte en un imperdible de la bota europea.
Por @caro_itinerante
Monterosso al Mare
Aquí comienza la aventura por Cinque Terre: te bajas del tren para tener, como primera gran imagen, el paseo marítimo con fortalezas antiguas y microjardines donde suelen haber buganvillas que le dan el toque de color. Si quieres tener una vista envidiable de todo el pueblo, sube hasta la Torre Aurora: un torreón medieval que marca la división entre el Casco Antiguo y Fegina. Es un mirador natural imprescindible si pasas por acá.
Si eres fanático de las construcciones religiosas, no dejes de visitar la iglesia de San Juan Bautista, un duomo en miniatura con mármol de Carrara que te va a conectar con la historia genovesa de la región. También está el Convento dei Cappuccini, un antiguo monasterio capuchino del siglo XVII ubicado en lo alto de la montaña que ofrece una vista de alto impacto sobre Fegina y el mar.
¿Vas en mayo? Prepárate entonces para la Fiesta del Limón, la celebración donde la música, la comida y todo el pueblo gira en torno a los cítricos locales.
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Un dato freak del lugar: busca la escultura del Gigante de Nerón tallada en una roca escondida justo antes de la arena de Fegina
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Un plato del lugar: prueba las anchoas DOP con un chorrito de aceite de oliva
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Lugar oculto: detrás de la fortaleza hay unos patios estrechos entre arcos y macetas, es el lugar perfecto para relajarse
*Por si no lo sabías: DOP significa “Denominación de Origen Protegida”. Es un sello de la UE que garantiza el origen geográfico, las características únicas y el control y trazabilidad del producto. En el caso de las anchoas, gracias a este sello, sabes que son auténticas del área delimitada de producción, elaboradas siguiendo métodos tradicionales y con garantía de calidad y origen.
Vernazza
¡Vernazza tiene casas color pastel! ¿Algo más encantador que eso? En este pueblo el punto de encuentro es su plaza. Aquí está la iglesia de Santa Margarita de Antioquía, la cual mezcla el estilo gótico y románico desde 1318. Se trata de un vestigio de cuando Vernazza dominaba la costa. No olvides subir el castillo Doria y disfrutar de la panorámica desde su mirador Belforte.
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Un dato freak del lugar: detrás de la iglesia de Santa Margarita hay un arco natural que desemboca en una mini playa de piedras; el atardecer allí no necesita filtros.
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Un bebestible del lugar: una copa de vino blanco Liguria DOC mirando el mar
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Lugar oculto: hay un mural moderno escondido en una de las fachadas del casco histórico.
*Tip viajero: la Cinque Terre Card es una tarjeta que te permite acceder a baños públicos, wifi y a los caminos que son guiados del parque
Corniglia
Llegamos al pueblo tranqui: Corniglia. Con un ritmo más lento, Corniglia se levanta sobre un promontorio lleno de olivos y viñedos. No me odies porque no fue idea mía, pero para verla en todo su esplendor tienes que subir 377 peldaños. Eso sí, al llegar a la cima, prepárate para saber lo que es respirar relajo. Ojo, dicen que en la plaza central, Largo Taragio, sirven el mejor espresso del pueblo.
Si te gustan las celebraciones religiosas, los 29 de junio se realiza la Procesión de San Pedro desde la iglesia del mismo nombre hasta la Terraza Santa María.
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Un dato freak del lugar: Hay un sendero (Sentiero 592-3) de menos de 4k que conecta Corniglia con Vernazza en menos de dos horas
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Un plato del lugar: ¡El helado de miel!
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Lugar oculto: ¿Sabías que las terrazas que rodean Corniglia se construyeron en la Edad Media para resistir el aislamiento?
Manarola
¿Nunca has visto una foto de Manarola? ¡Se ve como si las casas estuvieran cayendo por una cascada que, en pleno verano, es el trampolín favorito de los viajeros más atrevidos. Vas por una calle de muchas curvas y, de repente, te pillas con este lugar ideal para sumergirse y capear el calor.
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Un dato freak del lugar: el cementerio, a un par de minutos de la estación, hace también de mirador para las mejores fotos panorámicas.
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Un plato del lugar: juégatela con un plato de trofie al pesto, pasta típica de la gastronomía de Liguria, con un vino blanco de Albarola
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Lugar oculto: si vas por la Via dell’ Amore, la que está abierta de manera intermitente desde 1931, llegarás a Riomaggiore pasando por distintos miradores
Riomaggiore
Termina el recorrido en Riomaggiore, el pueblo donde hay una trattoria al lado de otra, además de tiendas de artesanía. Aquí puedes visitar el Santuario del Montenero y la Iglesia de San Juan Bautista, declarada patrimonio. Si eres de aventuras más extremas, puedes navegar en kayak hasta la Grotta dello Squalo (Cueva del Tiburón). Son dos kilómetros de remo para explorar cuevas marinas y calas inaccesibles por tierra.
Si eres amante del agua, entonces tienes dos entretenidas actividades para hacer en este pueblo. La primera es tomar un tour en barco. Entre abril y octubre, salen excursiones desde el muelle hacia Portovenere, Portofino y calas secretas. Pero ojo, ¡debes reservar con antelación!
La segunda son los cursos de buceo que te invitan a explorar los arrecifes y las cuevas que hay bajo los acantilados. ¡Hermoso!
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Un plato del lugar: sí o sí prueba los spaghetti ai frutti di mare frente al mar y vive todo el sabor del mediterráneo
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Un dato freak del lugar: este pueblo, junto a Monterosso, era clave en la defensa costera y aún conservan túneles que solían unir las casas
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Lugar oculto: si te interesa conocer cómo era la vida en Riomaggiore durante el siglo XIX, visita la Casa di Andrea, una antigua vivienda nobiliaria convertida en museo etnográfico que te permite descubrir cómo era el día a día en ese entonces.
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